Argentina es el país con la mayor concentración de residentes extranjeros con 2,086,302 en 2015. La mayor parte de esta migración proviene de países sudamericanos. Algunas de las causas del aumento de esta migración intrarregional, se debe al incremento de políticas restrictivas para la entrada y residencia en países desarrollados; además de las recientes crisis económicas en Estados Unidos y Europa aunado a regulaciones más inclusivas dentro de la región. Sin subestimar la cercanía geográfica, algunos rasgos culturales similares y la tradición histórica de estos flujos hacia el país sudamericano.
En la década de los 80, Brasil empieza a registrar un cambio significativo en los patrones migratorios, aumentando considerablemente su pérdida poblacional a través de la emigración. Esto ha llevado a que actualmente se convierta, en términos absolutos, en uno de los principales países emisores de la región. No obstante, desde principios del presente siglo, Brasil ha recobrado su capacidad de polo de atracción para la migración tanto intrarregional como extrarregional. Tres factores contribuyen a este proceso: la disminución de la tasa de crecimiento de la población brasileña (que en situaciones de expansión económica, favorece la recepción de los trabajadores extranjeros); las dificultades económicas y el aumento de las restricciones migratorias en los países desarrollados; y la creciente presencia de empresas brasileñas en otros países (que, en el imaginario de las poblaciones locales, representa a Brasil como un horizonte de posibilidades).