Desde Guatemala, El Salvador y Honduras se ha conformado un corredor hacia Belice. Esos tres países de origen comparten en su historia reciente inestabilidad política y social, falta de oportunidades de empleo, e incidencia de conflictos armados. En el 2010, en Belice, la población nacida en el extranjero era el 15% de la población total, existiendo un número similar de hombres y mujeres inmigrantes en el país (OEA, 2015).