“Los migrantes haitianos han identificado en Brasil y Chile nuevos destinos con promesas de bienestar económico, estabilidad, seguridad y posibilidades reales de ingreso regular”, a diferencia de Estados Unidos, Canadá, Francia o España que habían sido tradicionalmente destinos migratorios (Como se cita en Nicolás Rojas et al, 2015). Ambas informaciones de flujos a Brasil y a Chile, indican que estos países sudamericanos serían destinos eventualmente transitorios en sus proyectos migratorios, además de tener una presencia mayoritariamente masculina. (Ibíd.224).
La población haitiana en Chile ha crecido, especialmente a partir del año 2009. A pesar de los pocos estudios que existen acerca de las rutas migratorias y los motivos que hay para escoger a Chile como país de destino, uno, de la Universidad Humberto Hurtado[1], ha identificado grupos de población haitiana “con recursos económicos y culturales que durante algunos años privilegió ir a Brasil por un grado de afinidad cultural y que en base a la crisis actual, ha escogido dirigirse a Chile o, incluso, trasladarse desde Brasil hacia Chile”. Otro grupo minoritario, identificado, que “en base a la precariedad económica y a deudas contraídas, y en muchos casos frente a la profunda exclusión social que les depara República Dominicana como destino próximo, asumen “el riesgo” de buscar nuevas perspectivas de vida en Chile”.(Rojas, Nicolás et al, 2015: 224).
[1] “Entre junio y septiembre de 2015, se realizaron en Santiago 20 entrevistas a migrantes haitianos y 10 a sus otros significativos (parientes o amigos) en Haití. Así también se entrevistó a actores clave en consulados, gobiernos locales y organizaciones de la sociedad civil”.
Entre Haití y la República Dominicana existe una importante y compleja dinámica migratoria. Ambos países comparten una frontera de 380 km. La Encuesta Nacional de Inmigrantes en República Dominicana (ENI-2012) da cuenta que del total de inmigrantes residiendo en República Dominicana en 2012, 87.3% eran de origen haitiano. En diciembre de 2013, la República Dominicana estableció un Plan Nacional de Regularización de Extranjeros en situación migratoria irregular, de 18 meses de duración, dirigido a personas extranjeras que habían migrado al país. Desde que en junio de 2015 concluyó el plan de regularización para migrantes en situación irregular en la República Dominicana, varios miles de personas migrantes haitianas han sido deportadas. Un número aún mayor de personas ha regresado “espontáneamente” a Haití tras haber recibido amenazas o presiones para que abandonaran la República Dominicana. Asentamientos espontáneos han surgido en pasos fronterizos oficiales como Anse-à-Pitres, Tête à l’Eau, Parc Cadeau y carecen de servicios elementales. (OIM, Haití)