Argentina es el país con la mayor concentración de residentes extranjeros con 2,086,302 en 2015. La mayor parte de esta migración proviene de países sudamericanos. Algunas de las causas del aumento de esta migración intrarregional, se debe al incremento de políticas restrictivas para la entrada y residencia en países desarrollados; además de las recientes crisis económicas en Estados Unidos y Europa aunado a regulaciones más inclusivas dentro de la región. Sin subestimar la cercanía geográfica, algunos rasgos culturales similares y la tradición histórica de estos flujos hacia el país sudamericano.
Existe una creciente migración intrarregional latinoamericana, caracterizada por movimientos de personas desde países de menor desarrollo hacia países cercanos más desarrollados. Chile se configura como un país de alto ingreso y con mejores niveles de salud que muchos otros países de América Latina y el Caribe (OIM, 2017). Durante las últimas dos décadas Chile se ha convertido en uno de los mayores corredores migratorios como país de destino, atrayendo migrantes de Perú, Argentina, Bolivia y Colombia. Entre 2006 y 2015, la población migrante aumentó de 154,643 a 465,319, un aumento de 200% en 9 años. Los nacionales de Perú (29.9%) y Argentina (11.1%) son los que constituyen los grupos más grandes de población migrante en ese país.