Una gran parte de los inmigrantes provienen de países de la región sudamericana, como Paraguay, Argentina, Uruguay y Bolivia, así como también de Haití. Otra parte está compuesta de nacionales brasileños que retornan al país, principalmente de Portugal, Estados Unidos, Japón, España, Italia, Paraguay y Bolivia. Adicionalmente, últimas cifras revelan un aumento considerable de la llegada de inmigrantes de los países del sur de Asia y África (aunque en menor medida).
Si bien la población extranjera ha aumentado en casi 800.000 personas en los últimos 10 años, representan solo el 1% de la población total. De ellos, el 60,58% son hombres y el 39,42% son mujeres.
La mayor parte de la población inmigrante está concentrada en las dos principales metrópolis de Brasil: São Paulo (31,8%) y Rio de Janeiro (14,7%) (Policía Federal, 2015). En el caso de Rio de Janeiro, hay una mayor concentración de africanos, seguida por europeos y norteamericanos. En São Paulo se concentran asiáticos, japoneses, europeos, norteamericanos y argentinos (OIM, 2010a).
La estructura etaria de la población inmigrante refleja una fuerte presencia de jóvenes y adultos en edad productiva. Alrededor del 38% tienen educación superior y 30% tienen educación secundaria.