La diferencia entre los colectivos se observa también en el acceso al derecho a la salud. El colectivo haitiano es el que se encuentra en una situación de mayor precariedad, seguido por el boliviano, lo que coincide con la alta proporción de haitianos y bolivianos que no cuentan con contrato de trabajo, 17,2 por ciento y 24,79 por ciento respectivamente. (OIT, 2016).
El modelo nacional al ser contributivo, requiere que los extranjeros para que puedan beneficiarse de la seguridad social previsional deben afiliarse en las mismas condiciones que un chileno: deben contar con la calidad de trabajador y un documento de identificación en el que conste el número de Rol único Nacional (RUN). (Cabieses B. et al. 2017)
El migrante que se encuentra en proceso de obtención de su visa o permiso de trabajo, se le entrega una tarjeta especial con residencia en trámite. Dicho documento lo habilita para poder trabajar y afiliarse a la seguridad social. Es obligación del empleador, retener e ingresar las cotizaciones del trabajador.
Chile tiene convenios intersectoriales para introducir la residencia temporal de un año a mujeres migrantes embarazadas y que puedan acceder a los controles de salud y así asegurar que lleven a término su embarazo en las mejores condiciones.